Sacándole partido al harpa del nene

Un harpa...
Defenitivamente NO sería el instrumento que yo compraría para un hijo.
Que sí, que un instrumento es un pasatiempo cojonudo para desarrollar todo lo que un nano tiene que desarrollar, pero coño... ¿un harpa? ¿A dónde vas con eso alma de cántaro?

Me imagino las reuniones de la muchachada a la lumbre de un edificio en llamas, perdón, hoguera, aderezadas con el tañir de un harpa, con su sensual rasgueo...
Claro, como parece taaaaan fácil de llevar bajo el brazo!! Tan portátil ella....

Y a ver quien es el machote que la lleva al hombro para engatusar a la criaja de turno y que caiga rendidita a sus pies.
"Ya verás chati, te me vas a derretir cuando te toque "Dame gasolina" con mi harpa (que casualmente llevo en el bolsillo)".
Nooooooo hija no!!

Hay que tener moral para apuntar al niño a clases de harpa. "Huyy, ya verás luego como va a fardar con los amiguetes". Una cosa loca señora... el alma de todas las fiestas, ya lo verá.

En fin, pero el caso es que la familia feliz no me ha hecho caso, y en lugar de regalarle la típica guitarra, o cualquier otro instrumento "decente", se han decidido por el harpa, con dos cojones.
Gracias a la Fuerza, el nano nos salió friki:



Ya puestos...¿habrá chalados que ya que tienen un harpa en casa (como todos oiga)le metan distorsión y caña metalera??

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